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Desde El Salvador, mi anécdota con Jesús Crucificado de los Milagros

Desde El Salvador, mi anécdota con Jesús Crucificado de los Milagros
Semana Santa en El Salvador Foto: www.sophiatours.com.sv

(Texto original de Nelson Sandoval)

Desde El Salvador, escribo una anécdota muy vivencial que sucedió a principio de año. En mi país, soy cucurucho voluntario, les explico brevemente: en El Salvador hay hermandades, pero sólo tienen presencia en la capital; en cambio en las aldeas es voluntariamente quien desee cargar.

En El Salvador son tres las imágenes de mayor devoción y cariño de todos: los Señores San Joaquín y Santa Ana, protectores del occidente del país; el Divino Salvador del Mundo, Patrono del País y protector de la zona central; y la Reina de la Paz, Patrona del País y protectora del oriente. ¿Porqué hago mención de esto? porque en El Salvador son nuestros amores, pero mi anécdota va entorno a una humilde iglesia del oriente del país, donde cada 14 de enero, vísperas del Santo Cristo de Esquipulas, muchos peregrinos se reúnen para venerar a «Jesús Nazareno Crucificado de los Milagros», siempre me ofrecía a cargar su imagen cada 13, día en que sale en recorrido la imagen original.

Pero este año no pude por problemas de salud, con gran pesar me acerqué a la iglesia a acompañar el recorrido del Moreno (así le decimos cariñosamente), miraba tristemente el anda procesional y al Nazareno, entre agudos dolores solo podía pedirle que me permitiera acompañarle. La procesión sale y por el dolor que la enfermedad me causaba, no podía ir con el crucificado de los Milagros, pero he aquí que sucede lo inesperado, el dolor cesa, y decido acompañarlo temiendo que en el camino vuelvan los dolores, pero no es así.

Soporté el trayecto de la procesión sin ningún inconveniente, después del recorrido me acerco a la imagen para tocarla, y en ese instante sentí que estaba curado completamente, con la Fé puesta en Dios, a través de ‘el Moreno’ me había curado, le di gracias por lo que había hecho y ahora hasta la fecha no he tenido recaída alguna, signo de curación completa.

 

Tu testimonio de favores y sanaciones forman parte de un apostolado que sirve de medio de conversión para muchos, ¿deseas contar tu anécdota? ¡envíanosla!

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