El Cristo Negro de Esquipulas, según los anales de la historia, desde que los habitantes de aquella región oriental del país, fueron a recogerlo a la Ciudad de Santiago de Guatemala en el año 1594, comenzó una larga peregrinación y más de 400 años de devoción.
Cuentan que fue burilado por Quirio Cataño y fue entregado por un 15 de enero y desde aquella oportunidad, ha sido venerado por millones de personas de Guatemala, países de Centroamérica, México y en Estados Unidos, entre muchos otros.
Precisamente en Estados Unidos, inclusive, se ha extendido la celebración del también conocido como el «Milagroso Señor de Esquipulas«. Lugares como Los Ángeles, Nueva Jersey, Nueva York y Washington, entre otros, ahora es una verdadera tradición.
Como sucede con otras celebraciones de nuestra amada iglesia católica, en las casas de muchos cucuruchos de corazón, siempre habrá una réplica del Cristo Negro de Esquipulas o un cuadro.
Las visitas a la bella y cálida Esquipulas, siempre son parte de los destinos familiares y no solamente en enero de cada año. Es oportuno ir a agradecer por todo al «Cristo Negro» y también a pedir bendiciones por la salud, bienes familiares y muchas cosas más.