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Así analizan en España una posible Semana Santa 2021

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Un plan B o C para hacer factible la Semana Santa de 2021

A la hora de hablar, o escribir, sobre temas relacionados con la pandemia ocasionada por el COVID 19, siempre intento tener presentes a los fallecidos por esta tragedia, esas personas que no son sólo un número en una estadística, sino vidas con historias y familias, gentes que han sido carne y no un mero dígito al que un burócrata tacha de una lista; y a los que de alguna manera se nos trata de ocultar.

Hablar, escribir, de otros asuntos casi se torna frívolo, y más cuando hacemos un ejercicio de qué pasará, qué acontecerá cuando hayamos superado esta dantesca situación. Los medios de desinformación que padecemos en España, casi todos los grandes medios, especulan con analistas, y tertulianos de toda laya sobre qué sociedad nacerá en un futuro más o menos inmediato. Es algo humano y natural pensar en unos años venideros e intentar vislumbrar qué vida tendremos, nosotros y nuestras familias, y cómo todo lo que nos está pasando nos afectará

En nuestra dimensión de cofrades, una de las aristas importantes de nuestra personalidad, tenemos además la obligación de hacer ese ejercicio con responsabilidad. No se trata de jugar al futurólogo sino de prever los distintos escenarios a los que nos podamos enfrentar. Parece que hemos pasado una difícil etapa, pero que sin embargo evoluciona en algo más amable, tanto es así que por ejemplo la Junta de Andalucía solicita la pronta apertura de playas para el público; pero no hay que lanzar las campanas al vuelo, lo cierto es que las fases de la desescalada es un cúmulo de buenas intenciones en un territorio que todavía es brumoso y lleno de incertidumbres.

Como cofrades debemos exigir a nuestros hermanos mayores, a la Agrupación (o al Consejo) y a todos los responsables que trabajen prontamente en un plan A, pero también en un B, y en un C. Tenemos que plantearnos un escenario positivo, pero también aunque suene duro uno muy negativo; los médicos y científicos que están en primera lucha contra el virus no nos pueden asegurar que el calor disminuya los contagios, tampoco que en el invierno próximo no haya un rebrote importante, como decimos no tenemos mapa para transitar por un territorio desconocido.

Ojalá tengamos el año que viene una Semana Santa 2021 normal, o al menos eso que se dice enfáticamente como nueva normalidad. Se antoja, sin embargo, que si no el virus, sus efectos a nivel económico nos acompañarán durante mucho tiempo; nuestras hermandades y cofradías van a sufrir las consecuencias de todo esto en primera persona, a fuer de ser sinceros podemos todos convenir que las siguientes carreras oficiales serán más modestas y adustas, sin nuevos estrenos y cambios.

Las familias van a padecer en su propio bienestar una crisis que en todos los economistas califican como pavorosa, y tendrán que atender las necesidades prioritarias; también las que son cofrades que en muchos casos quizás tengan que elegir, en una ciudad donde gran número de personas somos hermanos de varias hermandades es un tema para reflexionar. ¿Podrán algunas cofradías seguir existiendo sin el caudal obtenido en cruces, en feria…? lo mismo vale para las bandas. Y esto hoy no es descabellado tenerlo en cuenta.

Creemos que es hora de hablar, de dialogar entre todos, de planificar y buscar alternativas, ante situaciones indeseables pero posibles, que hagan viables las cofradías en cualquier escenario, y que hagan factible una Semana Santa 2021 digna. Las procesiones del año que viene no necesitan turistas alemanes, pero sí afirmar la esencia de lo que son; los pasos como “altares” en la calle tiene que dirigirse al pueblo cristiano, sino puede ser a hombros de sus costaleros tiene que ser a ruedas; si los cortejos no pueden ser de muchos componentes, al menos tiene que salir a la calle con menos nazarenos; si desgraciadamente tras ellos sólo puede ir una representación minúscula de músicos, tiene que ser así.

Entre todos, unidos como hermanos en Cristo, tenemos que asegurar una continuidad que ya se consiguió en tiempos de persecuciones y prohibiciones, e ineludiblemente nuestra generación debe lograrlo; preparémonos, consensuemos medidas eficaces, somos capaces y tenemos la ayuda de Dios Nuestro Señor y su Bendita Madre María.

Gabriel Lozano, en «Gente de Paz»

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