Por: César Macal
Era la Cuaresma y Semana Santa del año 2009, en donde por altura iba a ser mi último año cargando a las infantiles de la Recolección, mas ya que tenía 11 años mis papás no me dejaban llevar en hombros a mi Adorable Jesús del Consuelo ya que el peso de las andas era demasiado para mi condición física.
Llegó el sábado más esperado del año para mi, el Sábado del Consuelo y yo acompañaba a mi papá en las filas desde la 11 calle y 11 avenida zona 1. Estaríamos en el cortejo hasta su paso por el parque central ya que el turno de él era «Comité Apoyo Obras Hermandad» en la 6ta Avenida entre 5ta y 6ta calle, Zona 1.
Durante ese tramo del cortejo intenté de esquina en esquina, de turno en turno intentándome ‘colar’ en alguno. Mi papá tenía conocidos en la Hermandad y les habló para que me dejaran cargar pero fue inútil. Pasando frente a la Iglesia de Santa Teresa, con mi papá nos resignamos al hecho ya que faltaban 4 turnos para el de él e iba a ser imposible.
En ese momento empezamos a caminar hacia la esquina de la 6ta Avenida y 5ta Calle en donde él recibiría el turno; En ese momento elevé una mirada al cielo y dije: «Jesús del Consuelo: si es Tu voluntad que te lleve en hombros hoy, lo haré de lo contrario, será hasta que tú lo permitas».
Caminando en un costado del Palacio Nacional sobre la 6ta Avenida, sentí un ligero toque en mi hombro derecho, era un hombre entacuchado quien me preguntó ¿Patojo tenes turno? y yo tristemente le respondí que no (A todo ésto mi papá estaba caminando hacia la concha acústica ya que era en ese punto en donde con mi mamá nos encontraríamos) Él me volvió a preguntar ¿Querés cargar? Y mi respuesta fue déjeme preguntarle a mi papá… Comencé a correr detrás de mi papá y cuando lo encontré y volteé a ver, el señor ya no estaba.
De repente, nuevamente sentí un toque en mi hombro y regrese la mirada. El señor me preguntó ¿Entonces lo vas a querer? Mi papá me vio y asintió con la cabeza e inmediatamente después le confirmé al señor el turno y me lo dio. Para mi buena fortuna, el señor me lo regaló diciéndome «Tu turno es allá en la esquina» señalándome la esquina de la 5ta Calle y 6ta Avenida (Lugar del turno de mi papá).
Jesús del Consuelo estaba dando la vuelta en la 4ta Calle y 6ta Avenida y junto a mi papá nos fuimos a nuestro primer turno juntos (Padre e Hijo) recuerdo que iba de brazo 3 y ese turno es uno de los que más recuerdo ya que fue el primero de mis 7 años con Jesús del Consuelo. Esa noche llevando en hombros las andas que portaban a la C.I, de Jesús del Consuelo comprendí su amor incondicional de Padre, Hermano y Amigo.
Hoy 7 años después, trato de comprender la razón por la cual el señor Carlos Zabaleta (Nombre que aparece escrito en el reverso de la cartulina) me regalara su turno para dar paso a mi historia al lado del Nazareno de mis amores. En fin, cada Sábado del Consuelo veo a mi Jesús avanzar por las calles y avenidas de la zona 1 y recuerdo ese momento único en mi vida en donde por primera vez lo llevé en hombros.
«Deja pues oh Jesús del Consuelo, se realice esta humilde ambición; Y nuestra alma se torne un pañuelo, con la más admirable intención»
¡Ya viene la Cuaresma y Semana Santa! ¿qué recuerdos tienes? envíanos tu anécdota y la publicaremos en el sitio:
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