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Anda de Jesús del Consuelo se paró frente a mi y sentí consuelo

Poporopoas_pinulito_septiembre

Anécdota de: Edgar de Paz

Soy un joven que viene de una familia Protestante, pero que desde pequeño me ha encantado la Santa Madre Iglesia Católica y pese a mis enseñanzas hogareñas siempre admiré y amé las procesiones, pero en especial hubo una Imagen que desde el primer momento que la vi cautivo mi corazón y mi ser, mi amado Jesús del Consuelo. 

Era la mañana del 27 de Marzo del año 2010 y pasaba por una situación muy difícil en mi hogar pero desde hacía mucho tiempo anhelaba que llegará ese día pues podría ver por las calles a tan Soberano Señor, el día tan esperado llegó y los problemas en mi casa eran mucho mayores, tanto, que no me querían dejar salir e hicieron hasta lo imposible por que no fuera a ver la Procesión.

Anda Jesús del Consuelo año 2010

Como pude me escapé de la casa y me fui, pero en mi mente tenía sentimientos encontrados, por un parte iba feliz porque vería al Nazareno de mis amores pero por otro lado iba destrozado porque mi familia no apoyaba mi decisión aunque no fuera mala. Ese día pasaron muchas cosas en el camino puesto que no vivía cerca de Zona 1, había mucho tráfico, el bus donde iba lo intentaron asaltar, no llevaba suficiente dinero ni para pasajes ni para comida, en fin, todo pintaba que sería un día fatal, pero eso en tan sólo unas horas iba a cambiar.

Por fin y a como pude llegué a zona 1, recuerdo que corrí como nunca porque mi anhelo era ver salir a Jesús del Consuelo y recibir la bendición al compás de ‘La Granadera’; pero ya no pude puesto que cuando llegué a la 3 avenida y séptima calle me dijeron que Jesús del Consuelo iba llegando al parque San Sebastián.

Me puse triste pero aún así seguí, ya no podía más y las lágrimas empezaron a humedecer mis ojos, alce la mirada y una luz en el camino: los seriales asomaban en una cuadra anunciando que mi Jesús se acercaba, volví a correr y por fin llegué a la esquina en medio de tanta gente. Caminé media cuadra y esperé a mi Señor; al ver el incienso y las andas moverse lentamente hacia donde yo estaba, mi corazón palpitaba rápidamente y mis lágrimas empezaron a salir.

Hicieron cambio de turno en la esquina anterior, se escuchó el timbre, las andas se levantaron y empezó a sonar una marcha que no recuerdo su nombre, yo me encontraba a media cuadra y no es muy común que bajen las andas a horquillas, a menos que haya algo que lo amerite, justo cuando alcé mi mirada el anda de Jesús del Consuelo estaba frente a mi; y esa hermosa imagen viéndome directamente a los ojos.

Dulce mirada de Jesús del Consuelo

Sentí en su mirada que me decía «AQUÍ ESTOY HIJO MIO» ni se cuanto tiempo estuvo ahí, solo sé que ese instante, ese pequeño instante hizo que todo lo negativo se fuera y mi día y mi vida a partir de ese momento cambio por completo.

Y hoy solo le puedo decir «GRACIAS MI JESÚS NAZARENO DEL CONSUELO»

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