Quisiera compartir este vídeo de algo que me llamó la atención, ayer domingo en la noche, cuando en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, Templo de Santo Domingo, estábamos muchos esperando a que entrará la procesión del Primer Domingo de Octubre.
Yo estaba todo apesadumbrado y ni quería compartir mucho con la gente, por lo que me fui a sentar un rato a la Capilla del Cristo del Amor. Tenía la cabeza en otro lado y pensando mis cosas… cerré lo ojos un rato como esperando que algo extraordinario pasara o tal vez buscando la paz en mi interior. De repente comienzo a escuchar unas bellas alabanzas que sinceramente, sentí que sanaron mi corazón roto por muchas malas noticias, cosas que han pasado en el último mes y que me han robado la paz. Creo que todos tenemos épocas así.
Al principio me pareció una buena idea de la Hermandad del Señor Sepultado poner alabanzas de vez en cuando, como para cambiar las clásicas marchas fúnebres, pero resulta ser que los cantos eran en vivo, pues había un grupo de damas cantándole al Señor Sepultado (no se si estaban practicando) y de verdad, sus cantos fueron como un bálsamo que me sanó.
Como no quise quedarme con el asunto de que fuera solo la anécdota, aquí les dejo un vídeo de lo que pude ver. Después ya no quise seguir grabando, pues preferí gozármelo y cerrar mis ojos otra vez para darle gracias a Dios porque a veces nos habla cuando menos lo esperamos.
Espero que les guste:
