Por: Alejandro Cóbar Hidalgo
La conmemoración de la Cuaresma y especialmente de la Semana Santa en Guatemala no tiene parangón. Únicamente puede compararse con la pompa y esplendor de Sevilla, España, pero lo cierto es que cada ciudad tiene lo suyo y que tanto en la península Ibérica como en las poblaciones guatemaltecas desfilan procesionalmente en medio de las multitudes, las imágenes que representan momentos de la Pasión de Cristo, despertando la devoción y la religiosidad popular. (Rodas, 2001, p.37)
Cuando en noviembre del año pasado recibí la noticia de que nuestra Semana Santa sería proyectada por primera vez en un medio televisivo de alcance mundial, comencé a comprender la resonancia y la significación que tiene esta celebración, paradójicamente nunca bien ponderada por la totalidad de guatemaltecos, pero siempre admirada por los extranjeros que han tenido la oportunidad de apreciarla.
Se trata del documental titulado «Pasión y Muerte», producido y emitido por el Canal Historia (History) de España. En el mismo aparecen escenas de algunas de nuestras procesiones emblemáticas: desde Jesús de la Merced, ícono de la Semana Santa antigüeña; el Nazareno de la antigua Escuela de Cristo, Jesús de las Tres Potencias; hasta la Inmaculada inspirada en los lienzos de Murillo, la de la Catedral Metropolitana.
Alejandro Morante Hernández, quien durante mucho tiempo difundió nuestra religiosidad popular a través de su cuenta de Instagram (@elcofradeglobalizado), sirvió de enlace para hacer esto posible. Pepe Gómez, redactor del Canal Historia, le solicitó su ayuda para incluir en esta producción algo de lo que al otro lado del charco había causado tanto impacto e interés.
Fue entonces que Semana Santa Al Máximo y Giovanni Contreras (videoblogger en Youtube) amablemente cedieron los derechos del valioso material que a lo largo del tiempo han creado y que hoy podemos disfrutar en esta realización audiovisual de primer nivel.
Un documental con mucho arte
Se estrenó el pasado 1 de abril y consta de cuatro entregas; fue emitido solo en época cuaresmal, pero afortunadamente la tecnología nos permite disfrutarlo en Youtube.
Más que hablar de Semana Santa, el documental se enfoca en comprender el origen y actual desarrollo de la religiosidad popular alrededor del globo, antropológicamente hablando.
Se presenta un análisis del papel de santos medievales muy importantes en esta época, como San Vicente Ferrer, y su impacto social al difundir la penitencia como forma de expiar los pecados, en una época oscura, plagada de miseria humana; posteriormente, la evolución de los cortejos procesionales, en los que las imágenes de Cristo o la Virgen pasaron de ser un complemento a ser el objeto de principal veneración.
Con la Reforma Protestante, llega el rechazo de los herejes seguidores de Lutero a las imágenes religiosas, lo cual fue precisamente el impulso de la Iglesia para fortalecer las artes plásticas, de manera que a partir de la segunda mitad del siglo XVI se da una proliferación de imagineros que supieron retratar al Salvador y a su Santísima Madre en esculturas capaces de tocar el corazón de los fieles, aún hoy, en la sociedad moderna.
El resto de la historia es bien conocida por todos: la conquista española del «Paraíso» americano trajo consigo un sinnúmero de fenómenos socioculturales, cuyas consecuencias -respecto del tema que nos atañe- fueron una evangelización masiva y un sincretismo religioso todavía vigente.
Quien vea esta producción conocerá interioridades de las cofradías españolas y algunas de las devociones más arraigadas en el pueblo andaluz, y será testigo de un recorrido por el resto de la geografía española, en la que la conmemoración de la Pasión de Cristo es muy variante, coexistiendo a la par de la legítima devoción, rarezas como las llamadas «cofradías seculares».
Aún tenemos algo por aprender de España
Y no, no me malentiendan. No hablo de una sevillanización innecesaria de nuestra genuina Semana Santa, que al final solo resulta en remedos que atentan contra la identidad de la gran fiesta del pueblo guatemalteco.
Concretamente, destaco 3 puntos de los que se habla en el documental:
- La devoción a la Madre de Dios Aunque Guatemala ama con locura a la Santísima Virgen, es evidente que en algunos cortejos procesionales Ella pasa a segundo plano, quedando relegada a ser la acompañante del Nazareno o el Sepultado, cuando idealmente debería ser la gran co-protagonista. Ojalá algún día pudiéramos percibir lo que el antropólogo Isidoro Moreno dice al respecto de su tierra: «… en casi todas las Semanas Santas de Andalucía, básicamente, y también de otros lugares, pues la figura femenina está al mismo nivel, e incluso en ciertos casos muy por encima, en cuanto a la devoción popular, etcétera, que la propia figura del Cristo.»
- La necesidad de hacer obra social El actor Antonio Garrido lo expresa de forma puntual: «Lo importante de una hermandad y lo único que justifica una hermandad, es su labor social… Si usted no tiene una labor social en su hermandad, su hermandad no tiene sentido.»
- La bien cuidada estética «Mira, nosotros preparamos la Semana Santa, si te fijas, cada milímetro, está todo cuidado, cada detalle. ¿Por qué hacemos eso así? ¿Por qué le ponemos tanto escrúpulo? Porque edificamos una especie de escalera que nos debe de conducir al Cielo. Luego, si tú no crees que allá arriba hay algo, es absurdo que montes esa escalera, ¿a dónde quieres subir? Si tú crees que no hay nada, directamente no lo cuidas.» Si aplicásemos esta filosofía del periodista Víctor García-Rayo, cuán diferentes serían los resultados de los decorados procesionales y el arreglo de las imágenes; en vez de la crisis creativa que atraviesa nuestra Semana Santa y las pobres realizaciones que cada año van en aumento, seguramente tendríamos auténticas obras de arte efímero, dignas de quien va sobre las andas y a quien dicen sus encargados amar tanto.
Reflexiones finales
No me queda más que invitarte a ver el referido documental, en el que si bien es cierto, Guatemala no es protagonista, vale la pena incrementar nuestro acervo cultural respecto a este tema que nos apasiona tanto a los cucuruchos.
Conservemos nuestras tradiciones y no pretendamos cambiarlas por moda o mero capricho; sintámonos orgullosos de tener la Semana Santa más importante de América.
Te dejamos los 4 capítulos del documental: