J.L. Stephens iniciantes de viajes de Centroamérica, Chiapas, y Yucatán EDUCA, San José 1971 pp 214-217:
En seguida el gran objetivo de veneración, la virgen de la Concepción, sobre unas pequeñas andas, ricamente decoradas con oro y plata y con flores en profusión, protegidas por un hermoso palio de seda, sostenido en lo alto con cuatro doradas pértigas.
Me fui a la plazuela de San Francisco, lugar señalado para el gran final de los honores de la virgen ¡la exhibición de los fuegos artificiales!
Ya anochecía cuando la procesión entro al principio de la calle que conduce a la plaza. Fue aproximándose con un ruidoso canto, no viéndose a lo lejos más que una gran procesión de velas encendidas que alumbraba la calle como si fuera de día.
‘El gran acontecimiento del día era procesión triunfal de la imagen de la virgen por las calles principales de la ciudad. Comenzaba la apoteosis a la cuatro de la tarde en las puertas del grandioso templo de franciscanos; pasaba la imagen de inmenso concurso, balo el azul del cielo, entre canticos de alegría y sobre alfombres de flores por la Calle Real y de allí se dirigía al templo de Santa Teresa.
Un tamborón inarmónico tocado por un niño, abría el cortejo, siguiéndolo y formando una algazara indescriptible, marchaban, saltaban, gritaban, silbaban, arrojaban cohetillos chinos, multitud de pilluelos; mas atrás efigies de ángeles conducidas en andas y rodeada de farolitos, la de scoto y los demás defensores del dogma, y por ultimo y en elevado trono entre músicas y cantares, luz y alegría de la imagen de la virgen. ‘Tiempo Viejo’
“por la tarde salio el rezado de San Francisco que recorrió la estación acostumbrada, la que como todos los años, estaba adornada con colgaduras y gallardetes, de flores, y por la noche muy bien iluminada.
La calle de la universidad estaba muy hermosa hacia las siete horas en que paso la procesión, las iluminaciones del seminario, la universidad y la Sociedad Económica, y más adelante casi todas las casas particulares al paso de la imagen de la virgen, el mas hermoso golpe de vista, después del rezado hubo juegos artificiales en San Francisco. ‘Gaceta de Guatemala’